lunes, 27 de septiembre de 2010

Factores protectores

Alumn@s este texto llamado "Factores protectores y de factores de Riesgo" es el material para la próxima semana. Obligatorio.


Atte. Lorena Leiva Cabrera

Factores protectores



Entre los factores protectores del bienestar psicológico se pueden destacar: el desarrollo de un proyecto de vida, el desarrollo y activación de redes sociales y el desarrollo de habilidades sociales. Los rituales tienen además un rol de importancia para una buena autoestima.



• Pensar y visualizar el proyecto de vida:

Es una de las principales tareas de desarrollo que enfrenta el adolescente. Implica atreverse a imaginar lo que se desea lograr en la propia vida y analizar las posibilidades y acciones concretas para conseguirlo. Implica considerar la realidad en que se vive, los recursos personales y sociales con que se cuenta y las dificultades que se presentan y pueden presentar, para llevar a cabo el proyecto vital. El temor a no ser capaz y la idea de que a pesar de los esfuerzos desplegados resulta imposible lograrlo, son algunos de los factores que hacen que un joven no proyecte su vida y que se rinda frente a las circunstancias que lo limitan.

Muchas veces los adolescentes tienen la sensación de que la vida es algo que les ocurre, que depende de decisiones tomadas por otros. Es importante como factor protector, desarrollar la idea de ser actor y no espectador de la propia vida.

Por otra parte, visualizar las consecuencias que pueden tener los propios comportamientos, y la capacidad de anticipar los resultados positivos y negativos que derivan de los estilos de vida adoptados, son factores importantes para desarrollar o recuperar la sensación de control sobre la propia vida.

Si bien no se puede elegir ni manejar todos los aspectos de la vida, sí es posible tomar opciones, elegir caminos, adoptar estilos de vida más o menos saludables. Los estilos de vida, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se definen como patrones de conducta individuales o grupales sostenidos durante un plazo relativamente prolongado, los que están condicionados por valores, creencias, actitudes, hábitos conocimientos y condiciones socioeconómicas del grupo de referencia, y que directa o indirectamente condicionan la conducta personal. El estilo de vida tiene por tanto varios componentes:



• El componente material: comprende los elementos tecnológicos producidos por el medio para adaptarse de manera adecuada al medio ambiente (por ejemplo: vivienda, vestuario, hábitos alimenticios)



• El componente social: caracterizado por las redes sociales y las agrupaciones formales de la sociedad.



• El componente ideológico: que incluye los valores y creencias compartidos por los integrantes del grupo social que generan en el individuo expectativas y conductas específicas en todos los ámbitos. La familia y la escuela pueden cumplir un importante rol dando confianza a los jóvenes y las jóvenes para imaginar su futuro y atreverse a trabajar para lograr lo que quieren.



• Desarrollar y activar redes sociales:

La red social personal está formada por la familia cercana, los amigos, los vecinos, los compañeros de estudio y/o trabajo, el personal de las instituciones a las que se acude y los conocidos. El efecto protector de las redes sociales se relaciona con las funciones de apoyo emocional, contención de emociones negativas, apoyo instrumental, apoyo en situación de crisis, información y regulación de los comportamientos de riesgo o inadecuados que ellas brindan. Las personas aisladas, aquellas que no tienen contacto habitual con sus familiares, amigos o conocidos, son mucho más vulnerables frente a situaciones adversas o crisis vitales. Es por tanto importante desarrollar y activar las redes sociales, para amortiguar el efecto de los factores de riesgo.



• Desarrollar ciertas habilidades sociales:

Se entiende por habilidades sociales, capacidades específicas que componen la conducta social y que son necesarias para asegurar que ésta sea exitosa y aceptada socialmente. La Organización

Mundial de la Salud destaca algunas de ellas y las denomina “habilidades para vivir”.

Son habilidades sociales relevantes:

• La habilidad para tomar la perspectiva del otro.

• La habilidad para percibir las normas que prevalecen en el medio social y para actuar en función de ellas.

• La capacidad de tomar contacto con las propias sensaciones y emociones.

• La capacidad de autocontrol.

• La capacidad de anticipar las consecuencias de la propia conducta.

• La habilidad de comunicarse en forma efectiva.

• La capacidad de resolver conflictos positivamente.

• La capacidad de enfrentar y resolver problemas.

Estas habilidades se pueden desarrollar y fortalecer, con este fin existen numerosas técnicas, algunas de las cuales se presentan en el libro de Ana María Arón y Neva Milicic, Clima social escolar y desarrollo personal. Un programa de mejoramiento.



• La autoestima:

Es la imagen y valoración que cada persona tiene de sí misma. Se refiere a diferentes aspectos como el aspecto físico, el académico y/o laboral y las relaciones sociales. Una persona con buena autoestima, con confianza en sí misma es menos vulnerable a las adversidades de la vida, o a los factores de riesgo. La creación de ambientes que favorecen la resolución exitosa de problemas, el señalamiento de los errores valorándolos como oportunidades de aprendizaje, el apoyo frente a las dificultades, ayudan a la formación de una autoestima saludable. El señalamiento permanente de los errores y la crítica negativa habitualmente disminuyen la confianza en sí mismo.

Uno de los factores que más se ha relacionado con la capacidad de recuperación de las personas que han vivido situaciones adversas es la existencia de por lo menos un adulto significativa que haya tenido confianza en ellos. El sentir que los padres, los profesores, los amigos confían es fortalecedor de la autoestima. Esto resalta la importancia de desarrollar y cuidar contextos familiares, escolares, sociales, acogedores y apoyadores.



• Los rituales:

Son comportamientos simbólicos que desarrollan los distintos grupos sociales para enfrentar situaciones clave y críticas en la vida de las personas. Se relacionan con eventos importantes como el nacimiento, el matrimonio, la muerte, y ayudan a enfrentar estos sucesos, facilitando su elaboración psicológica y su integración al curso histórico del grupo familiar y social. Cada cultura tienen sus propios rituales, y también cada grupo social o familia. El contexto escolar tiene sus propios rituales como son el inicio y el fin de la escolaridad, las premiaciones, la incorporación de alumnos nuevos y la despedida de los que tienen que partir. Los rituales, además de ayudar a la elaboración de momentos y situaciones críticas forman parte de la identidad de las personas y de los grupos sociales. El respeto de ciertos rituales sociales y/o familiares actúa como factor protector. Así, por ejemplo, y contrariamente a lo que a veces se piensa, la preparación y participación en el funeral de un ser querido ayuda a elaborar el desgarro que puede significar su partida.



Factores de riesgo: Incluyen aquellos aspectos personales o situaciones en la vida de los individuos que están asociadas con un aumento en la probabilidad de sufrir los efectos del estrés y enfermar

 ACCESO A DROGAS Y alcohol

 MIGRACION

 AISLAMIENTO Y MARGINACION

 FALTA DE EDUCACION, TRANSPORTE Y CASA

 DESORGANIZACION DEL VECINDARIO

 RECHAZO DE PARES

 CIRCUNSTANCIAS SOCIALES ADVERSAS, MALA NUTRICION POBREZA

 DISCRIMINACION E INJUSTICIA RACIAL

 DESVENTAJA SOCIAL

 VIOLENCIA Y DELINCUENCIA

 GUERRA

 ESTRÉS LABORAL

 DESEMPLEO

 DESMORALIZACION Y FRACASO ACADEMICO

 DEFICIT DE ATENCION

 CUIDAR PACIENTES CRONICOS O DEMENTES

 MALTRATO INFANTIL

 INSOMNIO CRONICO

 DOLOR CRONICO

 DIFICULTADES DE COMUNICACIÓN

 EMBARAZO PRECOZ





 Actividad: analizar una tanda de avisos comerciales (alrededor de cinco) según lo saludable o no saludable que son los estilos de vida que propone cada uno y su relación con factores de riesgo y protección del bienestar psicosocial.

viernes, 24 de septiembre de 2010

Psicoanálisis, ciencia y pseudociencia.

Alumn@s:


llevar impresos estos tetos que son obligatorios para la prueba de Octubre.

Éxito.
 
Lorena Leiva Cabrera

Psicoanálisis, ciencia y pseudociencia.



Philip Johnson acerca de Karl Popper



Karl Popper provee el indispensable punto de partida para comprender la diferencia entre ciencia y pseudociencia. Popper pasó sus años de formación en la Viena de principios del siglo veinte, donde la vida intelectual estaba dominada por ideologías basadas en la ciencia, como el marxismo y las escuelas psicoanalíticas de Freud y Adler. Éstas eran ampliamente aceptadas como ramas legítimas de la ciencia natural, y atraían un gran cortejo de seguidores de entre los intelectuales, porque parecían tener un poder tan enorme de explicación. La aceptación del marxismo o del psicoanálisis tenía, como observó Popper, el efecto de una conversión o revelación intelectual, que abría tus ojos a una nueva verdad oculta a los no todavía iniciados. Cuando eran así abiertos tus ojos veías ejemplos confirmadores en todas partes; el mundo estaba lleno de verificaciones de la teoría. Todo lo que sucedía siempre lo confirmaba. Así, su verdad se hacía manifiesta; y los incrédulos eran evidentemente personas que no querían ver la verdad manifiesta; que rehusaban verla, bien porque iba en contra de su interés de clase, o bien debido a sus represiones, que seguían no analizadas y que clamaban por ser tratadas. Un marxista no podía abrir un diario sin encontrar en cada página una evidencia confirmadora de su interpretación de la historia; no sólo en las noticias, sino también en su presentación –que revelaba el prejuicio de clase del diario– y especialmente, claro, en lo que el diario no decía. El análisis freudiano destacaba que sus teorías quedaban constantemente verificadas por sus observaciones clínicas.

Popper se dio cuenta de que una teoría que parece explicarlo todo en realidad no explica nada. Si los salarios disminuían era porque los capitalistas estaban explotando a los obreros, como Marx predecía que lo harían, y si los sueldos se elevaban era porque los capitalistas estaban intentando salvar un sistema podrido mediante unos sobornos, que era también lo que el marxismo predecía. Un psicoanalista podría explicar por qué un hombre cometería asesinato –o, con la misma facilidad, por qué el mismo hombre sacrificaría su propia vida para salvar la de otro. Pero según Popper, una teoría con una capacidad explicativa genuina hace predicciones arriesgadas, que excluyen la mayor parte de posibles resultados. El éxito en la predicción es impactante sólo hasta donde el fracaso sea una verdadera posibilidad.

Popper quedó impresionado por el contraste entre la metodología de Marx o Freud por una parte, y de Albert Einstein por la otra. Einstein expuso casi temerariamente su Teoría General de la Relatividad a la falsación prediciendo el resultado de un osado experimento. Si el resultado hubiese sido diferente del predicho, la teoría habría quedado desacreditada. En contraste, los freudianos buscaban sólo ejemplos confirmadores, y hacían su teoría tan flexible que todo contaba como confirmación. Marx sí hizo predicciones específicas –acerca de las inevitables crisis del capitalismo, por ejemplo– pero cuando los predichos acontecimientos no se materializaron, sus seguidores respondieron modificando la teoría, de modo que siguiese explicando todo lo que sucediese. Popper emprendió responder no sólo a la cuestión específica de por qué el método científico de Einstein difería de la pseudociencia de Marx y de Freud, sino también a la cuestión más general de qué es ciencia y en qué difiere de la filosofía o de la religión. El modelo aceptado, descrito por vez primera por Francis Bacon, concebía la ciencia como un ejercicio de inducción. Se creía que los científicos formulaban teorías para explicar datos preexistentes, y que verificaban sus teorías acumulando evidencias adicionales confirmadoras. Pero los filósofos escépticos –especialmente David Hume– habían puesto en tela de juicio que una serie de observaciones objetivas pudiesen realmente establecer la validez de una ley general. Un suceso puede seguir a otro una y otra vez en nuestra experiencia inevitablemente limitada, pero siempre hay la posibilidad de que adicionales observaciones revelarán excepciones de refuten la norma. No se trataba de una mera posibilidad teórica: los científicos se habían quedado aturdidos al ver el edificio aparentemente invulnerable de la física newtoniana desmoronarse cuando técnicas modernas hicieron posible hacer nuevas clases de observaciones.

La validez de la inducción como base para la ciencia no era sólo filosóficamente insegura, sino que era también inexacta, porque los científicos no trabajan como prescribe el modelo inductivo. En la práctica científica, la teoría normalmente precede al experimento o al proceso de recolección de datos, y no al revés. En palabras de Popper, “la observación es siempre selectiva. Necesita un objeto escogido, una tarea definida, un interés, un punto de vista, un problema”. Carentes de teoría, los científicos no sabrían cómo diseñar experimentos, ni dónde buscar los datos importantes. La inspirada contribución de Popper fue descartar el modelo inductivo y describir la ciencia como comenzando en una conjetura imaginativa o incluso mitológica acerca del mundo. La conjetura puede ser falsa en todo o en parte, pero da un punto de partida para la investigación cuando se enuncia con una claridad suficiente para poder ser sometida a crítica. El progreso no se consigue investigando el mundo en busca de ejemplos confirmadores, que siempre se pueden encontrar, sino buscando la evidencia falsadora que revela la necesidad de una nueva y mejor explicación.

Popper expresó el punto esencial en un maravilloso aforismo: “La perspectiva errónea de la ciencia se descubre por su avidez de ser verdadera”. En algunos casos, esta avidez proviene del orgullo del descubridor, que defiende una teoría con todos los artificios a su disposición porque está en juego su reputación profesional. Para los marxistas y freudianos, su avidez provenía de la sensación de seguridad que habían conseguido al poseer una teoría que parecía dar sentido al mundo. Las personas basan sus carreras y sus vidas personales en teorías así, y se sienten personalmente amenazadas cuando la teoría es atacada. El temor lleva a estas personas a aceptar acríticamente cualquier artificio que preserve a la teoría de la falsación. Popper propuso el criterio de la falsación como ensayo para distinguir la ciencia de otras actividades intelectuales, entre las que incluyó la pseudociencia y la metafísica. Estos términos han causado alguna confusión, porque en lenguaje ordinario identificamos “ciencia” como el estudio de un tipo determinado de materia, como la física o la biología, en contraste con (digamos) la historia o la literatura.

La lógica de Popper implica que la posición científica de una teoría depende menos de su campo de estudio que de la actitud de sus seguidores hacia la crítica. Un físico o un biólogo pueden ser dogmáticos o evasivos, mientras que un historiador o un crítico literario pueden expresar las implicaciones de una tesis de una manera tan llana que se invita la presentación de ejemplos refutadores. La metodología científica existe allá donde las teorías son sujetas a una prueba empírica rigurosa, y está ausente allí donde la práctica es proteger una teoría en lugar de someterla a ensayo.









Los límites de la ciencia: la provisionalidad de las teorías científicas

A. EXPERIENCIA Y FALSACIÓN



El filósofo de la ciencia Karl Popper (12902-1994) aceptó, con todas las consecuencias, que los enunciados universales no pueden ser verificados definitivamente por medio de la experiencia. Tomemos el enunciado “Todos los cuervos son negros”. Este enunciado no puede ser verificado, ya que ello exigiría observar todos y cada uno de los cuervos que hay, ha habido y habrá. No obstante, los enunciados universales sí pueden ser refutados o falsados: en nuestro ejemplo, la observación de un solo cuervo que no sea negro bastaría para demostrar que el enunciado “Todos los cuervos son negros” es falso. Las teorías y las leyes científicas, de acuerdo con esta propuesta, no pueden ser demostradas, pero pueden ser falsadas. Las teorías y las leyes científicas son, pues, falsables. Puede demostrarse que son falsas, en el caso de que lo sean. Sin embargo, mientras no sean efectivamente falsadas, continúan vigentes y no hay por qué abandonarlas. Esta es, en lo esencial y esquemáticamente expuesta, la posición del falsacionismo por lo que se refiere a la relación entre experiencia y teoría.

Esta postura de Popper conlleva una visión de la ciencia con las dos características siguientes:

1. El método científico es, en definitiva, el de ensayo-error. Las hipótesis son conjeturas que se hallan expuestas, por principio, a la refutación, a la falsación. Cuando una conjetura resulta falsada, se lanza otra, y así sucesivamente. Tanto como de los aciertos, y aún más, aprendemos de nuestros errores, de las conjeturas refutadas.

2. Las teorías vigentes siempre han de considerarse provisionales. Las aceptamos, y es razonable que las aceptemos, en la medida en que no han sido refutadas todavía. Pero la posibilidad de que sean refutadas está siempre abierta. Aceptación y abandono de las teorías: ¿Se refutan las teorías? El falsacionismo de Popper parece ofrecer una explicación sencilla de cómo y por qué se abandona una teoría: se abandona cuando es falsada. Pero, ¿es así de sencillo? Hay razones para suponer que no:

1. El falsacionismo elemental (el falsacionismo tal como lo hemos expuesto) sirve para proposiciones aisladas de bajo nivel teórico. Sirve perfectamente para el ejemplo que hemos utilizado, el enunciado “Todos los cuervos son negros”, el cual quedaría definitivamente refutado si se encontrara un cuervo que no fuera negro. Pero, como hemos visto, las teorías no son enunciados aislados, sino sistemas de enunciados conectados entre sí. Cuando una experiencia es contraria a la teoría, siempre es posible escoger qué enunciados de la teoría conviene revisar. Por lo general, en vez de abandonar la teoría, se retocaría para hacerlo inmune a la observación adversa.



2. Una teoría no se abandona a no ser que se disponga de otra mejor, es decir de otra que explique más hechos y que los explique mejor. Esta circunstancia obliga, bien a renunciar al falsacionismo como explicación del abandono de las teorías, bien a ampliar y modificar la idea de falsación aceptando que una teoría es falsada simplemente por el hecho de que aparece otra mejor.



Calvo Martínez y J.M. Navarro Cordón, Filosofía I, Anaya, Madrid, 2002, págs, 33-34.

viernes, 10 de septiembre de 2010

Mito de Sísifo. (Albert Camus)

Mito de Sísifo. (Albert Camus)

El título del ensayo proviene de un atribulado personaje de la mitología griega. En él, Camus discute la cuestión del suicidio y el valor de la vida, presentando el mito de Sísifo como metáfora del esfuerzo inútil e incesante del hombre moderno, que consume su vida en fábricas y oficinas sórdidas y deshumanizadas.
De esta forma planea la filosofía del absurdo, que mantiene que nuestras vidas son insignificantes y no tienen más valor que el de lo que creamos. Siendo el mundo tan fútil, Camus pregunta, ¿qué alternativa hay al suicidio? El ensayo se inicia: No hay sino un problema filosófico realmente serio: el suicidio.

“Sísifo, el más astuto de todos los dioses según la mitología griega, sedujo a la joven Anticlea la víspera de que ésta contrajera matrimonio. De esta unión nació Ulises.
En castigo Zeus, padre de los dioses, fulminó a Sísifo con un rayo, quedó ciego y lo condenó a los infiernos, donde sufría el siguiente castigo:
Padecería duros trabajos empujando con ambas manos una Enorme Piedra. Forcejearía con los pies y las manos e iría conduciendo la piedra hasta la cumbre d e un monte; pero, cuando ya le faltara poco para alcanzarla, una fuerza poderosa derrocaría la insolente piedra, que caía rodando la llanura. Tornaba entonces a empujarla, haciendo fuerzas y el sudor le corría de la frente y el polvo se levantaba sobre su cabeza. Sólo para que volviese a caer rodando hasta el valle, y así indefinidamente …”


El mito de Sísifo representa la condición humana en cuanto se enfrenta a lo que tiene que suceder, sin posibilidad de modificarlo.
 

jueves, 9 de septiembre de 2010

La abducción - Jaime Nubiola

Alumn@s estos textos deben venir impresos y leídos para el jueves 16 de Septiembre. (Problemas del Conocimiento)


Atte. Lorena Leiva Cabrera
 

La abducción

Jaime Nubiola



“La teoría de la abducción de Charles Peirce” –escribió Percy– “es una estrategia válida y posiblemente útil para aproximarse al lenguaje como fenómeno” (Percy 1976: 320). Efectivamente, una de las aportaciones más originales de Peirce –ha destacado Gonzalo Génova (1996: 22)– fue la de desvelar que, además de los modos de inferencia tradicionales, deducción e inducción, hay un tercer modo, o mejor, un primer modo, al que llamó abducción o retroducción. La abducción es el proceso mediante el cual se engendran nuevas ideas, las hipótesis explicativas y las teorías, tanto en el ámbito científico como en la vida ordinaria. “La abducción –ha escrito Sara Barrena– es un razonamiento mediante hipótesis, es decir, mediante la explicación que surge de modo espontáneo al ponderar lo que en cada circunstancia nos ha sorprendido” (Barrena 1996: 33). La inferencia abductiva hace plausible un hecho sorprendente al considerarlo hipotéticamente como el resultado de aplicar una regla determinada a un caso concreto (Castañares 1994: 146).

La deducción explora las consecuencias lógicas de los enunciados, la inducción trata de establecer hechos, pero ambas –escribe Peirce – “no contribuyen con el más mínimo elemento positivo a la conclusión final de la investigación” (CP 6.475, 1908). Es la abducción la que introduce la novedad, la que amplía nuestro conocimiento por medio de teorías explicativas a partir de los hechos.



La abducción no es una mera ‘operación lógica’, sino que desde un punto de vista semiótico es más bien aquella actividad espontánea de nuestro entendimiento que nos hace familiar lo extraño dando razón de lo que nos ha sorprendido. De los diversos tipos de abducción, Percy tiene interés para explicar el fenómeno del lenguaje en la abducción que da cuenta de los hechos en virtud de la propia simplicidad y economía del modelo explicativo (Percy 1976: 321). Para Percy la conducta nominativa habitual tanto en niños como en adultos por medio de la que nos familiarizamos con las personas y con las cosas por complejas que sean es la conducta humana por antonomasia. Esta conducta puede ser entendida como una inferencia abductiva habitual por la que aunamos vivencialmente experiencias y significaciones en los nombres.

Otro rasgo llamativo de la abducción es su carácter creativo. “La abducción concede al sujeto un máximum de libertad para explicar verosímilmente lo inexplicable” (Castañares 1994: 153-154). Quizá esto se advierta mejor al prestar atención al musement, que es la experiencia peculiar en la que tiene su fuente la creatividad humana. Peirce caracteriza el musement como un puro juego desinteresado, que no tiene objetivos, que “no envuelve otro propósito fuera del de mantenerse apartado de todo propósito serio”. Tampoco posee ninguna regla, “excepto la pura ley de la libertad” (CP 6.458, 1908). El musement es un dejar libre a la mente, que va de una cosa a otra: Sube al bote del musement, empújalo en el lago del pensamiento y deja que la brisa del cielo empuje tu navegación. Con tus ojos abiertos, despierta a lo que está a tu alrededor o dentro de ti y entabla conversación contigo mismo; para eso es toda meditación. (CP 6.461, 1908).

Para todos quienes me escucháis resulta quizá obvia la conexión entre la abducción científica y la creatividad literaria, que ha sido certeramente estudiada por Douglas Anderson (Anderson 1987), Pero lo que quiero destacar en esta ocasión es la conexión entre la abducción y la actividad lingüística ordinaria, con el hablar, el escribir y el comunicarnos. El hablar o el escribir más comunes y vulgares son casi siempre formas o procesos de abducción: Al mirar por mi ventana esta hermosa mañana de primavera –escribió Peirce en 1901– veo una azalea en plena floración. ¡No, no! No es eso lo que veo; aunque sea la única manera en que puedo describir lo que veo.

Eso es una proposición, una frase, un hecho; pero lo que yo percibo no es una proposición, ni una frase, ni un hecho, sino sólo una imagen, que hago inteligible en parte mediante un enunciado de hecho. Este enunciado es abstracto, mientras que lo que veo es concreto. Realizo una abducción cada vez que expreso en una frase lo que veo. La verdad es que todo la fábrica de nuestro conocimiento es una tela entretejida de puras hipótesis confirmadas y refinadas por la inducción. No puede realizarse el menor avance en el conocimiento más allá de la mirada vacía, si no media una abducción en cada paso. (MS 692). Es cierto que al hablar o al escribir no advertimos que abducimos, pero también lo es que “para hablar no es necesario comprender la teoría de la formación de las vocales” (CP 4.242, c.1903), y que de ordinario los usuarios del lenguaje desconocemos las leyes fisiológicas o lingüísticas trabajosamente descubiertas por los especialistas de los diversos campos. La inferencia abductiva nos resulta tan transparente, tan simple y connatural que no la advertimos.



Jaime Nubiola, Universidad de Navarra, en http://www.unav.es/gep/AN/Nubiola.html

El Positivismo Lógico

Alumn@s estos textos deben venir impresos y leídos para el jueves 16 de Septiembre. (Problemas del Conocimiento)


Atte. Lorena Leiva Cabrera
 

El Positivismo Lógico


El Positivismo Lógico, es más bien una teoría del lenguaje y del significado, o sea de la semántica, que una teoría de la ciencia, pero sus postulados centrales tienen obvias resonancias con la filosofía de la ciencia también.



Su visión del lenguaje es una en que las afirmaciones sólo tienen sentido (es decir significan algo) si cumplen con uno de dos requisitos: o son verdades necesarias (“todo soltero es un hombre no casado”, o “A=A”) o son verificables por la experiencia y la observación (el criterio de verificabilidad). A raíz de esto, toda referencia a realidades no verificables como gran parte de las afirmaciones religiosas, o morales, o de todas aquellas que ellos llamaban metafísicas, son consideradas carentes de significado.

Por lo mismo, son fuertes defensores de la unidad del método científico, ya que las afirmaciones en ciencias sociales u otras áreas que puedan hacer referencia a la subjetividad (es decir, a algo no observable) serían tan sin sentido como las preguntas por la existencia de Dios. No niegan la posibilidad de hacer ciencias sociales, pero para que éstas sean consideradas ciencia deben ceñirse a exactamente los mismos requisitos de contrastación observable de sus hipótesis.

Esta corriente fue tremendamente popular entre los años 1920 y 1950, pero su popularidad ha bajado considerablemente. Una de la críticas más duras que se le hicieron fue que no quedaba claro si ellos sostenían que su postulado central (“para que una afirmación tenga sentido debe ser una verdad necesaria o ser verificable por experiencia u observación”) era de las primeras, es decir, necesariamente verdadera, o de las segundas, por lo tanto verificable. Obviamente no es lo primero, y no pareciera ser lo segundo (¿qué permitiría verificar esa afirmación?) por lo cual se desvanece por su propio dictamen (se autodestruye…).



Elaboración Unidad de Currículum y Evaluación, Mineduc, 2001.

lunes, 6 de septiembre de 2010

11 Consejos de Bill Gates a los adolescentes

Alumn@s por favor imprimir y pegar este material en su cuaderno.


Atte. Lorena Leiva CAbrera


Bill Gates, creador de Microsoft y dueño de la mayor fortuna personal del mundo, dictó en una conferencia en una escuela secundaria dirigida a padres y estudiantes sobre 11 cosas que los hijos no aprenden en el colegio.

Estas ideas de Bill Gates, hablan de cómo la "política educativa de vida fácil para los niños" ha originado una generación sin concepto de la realidad, y cómo esta política ha llevado a las personas a fallar en sus vidas después de la escuela. Enfatizó en los “padres que consienten a sus hijos y les dan lo que piden, aún cuando no lo merecen”.



Regla 1 La vida no es fácil, acostúmbrate a ello.



Regla 2 El mundo no está preocupado por tu autoestima. El mundo espera que hagas algo útil por él antes de sentirte bien contigo mismo.



Regla 3 No ganarás 20.000 $ al mes nada más por salir de la escuela. No serás vicepresidente de una empresa con coche y teléfono a tu disposición, hasta que con tu esfuerzo hayas conseguido comprar tu propio coche y teléfono.



Regla 4 Si crees que tu profesor es duro, espera a tener un jefe. Ese sí que no tendrá vocación de enseñanza ni la paciencia requerida.



Regla 5 Vender papel usado o trabajar los días festivos no es ser lo último en la escala social. Tus abuelos tenían una palabra diferente para eso: lo llamaban oportunidad.



Regla 6 Si te equivocas, no le eches la culpa a tus padres o a la mala suerte. Por lo tanto no llores por tus errores, aprende de ellos.



Regla 7 Antes de nacer tú, tus padres no eran tan críticos como ahora. Ellos se volvieron así por pagar tus cuentas, lavar tus ropas y oírte decir que son “ridículos”. Por tanto, antes de salvar el planeta para la próxima generación, queriendo remediar los errores de la generación de tus padres, comienza limpiando las cosas de tu propia vida, empezando por tu habitación.



Regla 8 La escuela puede haber eliminado la distinción entre excelentes, buenos y regulares, pero la vida no es así. En muchas escuelas hoy no repites el curso, hacen que tus tareas sean cada vez más fáciles y tienes las oportunidades que necesites hasta aprobar. Esto no se parece en nada a la vida real. Si fallas, estás despedido. Así que acierta a la primera.



Regla 9 La vida no está dividida en bimestres. Tú no tendrás largas vacaciones de verano y no encontrarás quien te ayude a cumplir con tus tareas, ni jefes que se interesen en ayudarte para que te encuentres a ti mismo. Todo esto y mucho más, tendrás que hacerlo en tu tiempo libre.



Regla 10 La televisión NO es la vida real. En la vida real, las personas tienen que dejar los juegos, el bar, los bailes o los amigos, para irse a trabajar.



Regla 11 Sé amable con los compañeros estudiosos (aquellos estudiantes que tú y muchos otros juzgan que son sonsos). Existen muchas probabilidades de que termines trabajando PARA uno de ellos.

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